Características de la leña según su tipo de madera: La leña es un combustible natural cada vez más popular para la calefacción de hogares. Cada tipo de madera tiene sus propias características de combustión, potencia calorífica, contenido de cenizas, poder calorífico, capacidad de almacenamiento e incluso aroma. Además, la madera como combustible tiene una amplia gama de aplicaciones. Las materias primas naturales se pueden utilizar para calentar estufas o chimeneas en viviendas, garajes, baños y también para cocinar. Analicemos los tipos de leña más populares y sus características. Roble: El roble siempre se ha distinguido por su alto valor, que se corresponde con el coste de la madera.
El roble es una madera densa y dura con las siguientes características:
- El material arde bien y durante mucho tiempo.
- Tiene la mayor salida de calor en comparación con otros tipos de madera.
- La combustión lenta y el alto valor calorífico reducen significativamente el consumo de combustible.
- A veces puede ser difícil partir troncos de roble.
- Un olor fragante que es beneficioso para la persona en la pareja.
De hecho, la leña de roble es la más caliente, pero el alto precio no permite que todos la usen para calefacción. Valor calorífico: 3240 kcal/dm³.
Fresno
La madera de fresno supera incluso a la del roble en intensidad de combustión. Estos indicadores son posibles gracias a la estructura fibrosa que contiene el aire. La leña de fresno se seca rápidamente y arde de manera uniforme. Al mismo tiempo, deja un mínimo de hollín y suciedad en la estufa.
Esta es una opción universal que puede usarse para casi cualquier propósito. Sirve para limpiar la chimenea. El fresno es de precio medio, pero no es muy común en el mercado. Valor calorífico: 3000 kcal/dm³.
Tilo
En comparación con otros tipos de madera, la leña de tilo es relativamente difícil de encender, pero presenta una alta transferencia de calor. El tilo es una excelente solución para una sauna. Durante la combustión, desprende un agradable aroma que tiene un efecto beneficioso para el sistema respiratorio.
Se ha comprobado que los ésteres que se forman al quemar el tilo favorecen la cicatrización de heridas, pero la madera conserva este efecto durante dos años después de ser cortada. Valor calorífico: 2040 kcal/dm³.
Álamo temblón
La leña de álamo temblón tiene una gran demanda, ya que se utiliza a menudo para calentar chimeneas y cocinar a la parrilla. Tiene un precio moderado, pero la materia prima es ligeramente inferior en cuanto a transferencia de calor. La materia prima es fácil de encender y se quema sin formar hollín ni gran cantidad de ceniza.
La leña de álamo temblón puede almacenarse durante muchos años sin perder su calidad. Valor calorífico: 1880 kcal/dm³.
Álamo
El álamo no es una madera especialmente valiosa para calefacción, ya que tiene una baja emisión de calor. De hecho, es un combustible poco rentable. Sin embargo, con una tala planificada, también se puede utilizar para calentar habitaciones.
Cuando se usa, la madera arde rápidamente y produce escasez de calor, lo que resulta en un alto consumo de materia prima. La madera brilla y desprende un aroma agradable, pero no se almacena más de un año. Valor calorífico: 1600 kcal/dm³.
Haya
El haya, el tejo, el carpe y el arce tienen características de combustible casi idénticas. Pertenecen a la categoría de árboles caducifolios duros, lo que dificulta su encendido. Además, la leña de haya arde durante mucho tiempo y desprende mucho calor.
Esta madera es bastante cara y poco común. Sin embargo, es una excelente opción de combustible para las heladas invernales severas. Valor calórico: 2720 kcal/dm³.
De árboles frutales
La mayoría de los árboles frutales, como el manzano, el peral, el ciruelo y el cerezo, son maderas duras, lo que les confiere un excelente valor calórico. Cuanto más vieja es la madera, menos conserva sus cualidades originales, y los árboles jóvenes se conservan y se utilizan para su propósito previsto.
Los árboles frutales son la mejor opción de combustible para cocinar al fuego y ahumar productos. Aportan a los platos un aroma y sabor agradables. Valor calórico: ~ 2600 kcal/dm³.
Abedul
La leña de abedul es el combustible más común y popular, con una amplia gama de aplicaciones. Esta madera crece en casi todas las regiones del país, lo que la convierte en una materia prima asequible. Los troncos de abedul tienen varias ventajas:
- La madera húmeda se parte sin mucho esfuerzo.
- El material se seca rápidamente.
- Tiene buena emisión de calor y una llama uniforme.
- Produce un aroma agradable durante la combustión.
- Tiene un precio relativamente bajo.
Los troncos se pueden utilizar para estufas, chimeneas y baños. El tiempo tiene un efecto negativo en este tipo de madera; por ejemplo, incluso la madera seca se pudre en un par de años. Además, el alto contenido de alquitrán provoca una obstrucción grave de la chimenea. La leña de abedul tiene un valor calorífico aproximado de 2600 kcal/dm³.
Aliso
La leña de aliso también es muy solicitada. La madera tiene un color naranja brillante y reconocible, a veces con un matiz rojizo. La leña de aliso posee las siguientes cualidades:
- Se seca rápidamente al aire libre.
- Desprende un aroma agradable al arder.
- La madera tiene buenas propiedades de transferencia de calor.
- Si se almacena correctamente, su vida útil es bastante larga.
- Durante la combustión, la materia prima emite un humo mínimo.
Se utiliza para calentar y cocinar. Valor calorífico: 2000 kcal/dm³.
Sauce
El sauce, también conocido como sauce llorón, se utiliza muy poco como combustible doméstico. Esta planta tiene una estructura suelta y de baja calidad, lo que no tiene ninguna aplicación práctica. Ni siquiera se utiliza para hacer fuego. Durante la combustión, suelen producirse chispas y un sonido característico. La madera arde rápidamente y prácticamente no desprende calor.
Comprar este tipo de leña para la estufa es extremadamente poco rentable debido a su alto consumo. Valor calorífico: 1840 kcal/dm³.
Coníferas
La madera de coníferas contiene mucha resina, lo que mejora el proceso de combustión. Durante el calentamiento, los nichos resinosos internos pueden reventar y proyectar una mezcla de compuestos. Por ello, la leña de abeto, pino y otras coníferas no es la mejor opción para chimeneas y hogares abiertos. Además, debido a su alto contenido de hollín y su característico aroma, no se utiliza para barbacoas.
La madera de coníferas es excelente para calefacción, ya que tiene una excelente relación precio-transferencia de calor. Entre las coníferas, el alerce es la más valiosa debido a su alta temperatura de combustión. Pero con el uso constante de este tipo de combustible, será necesario limpiar frecuentemente el hollín de la chimenea.
¡Consejo! Si calienta la casa regularmente con leña de pino o abeto, debe quemar periódicamente troncos de aliso o álamo temblón en la estufa. Esto limpiará el hollín de la chimenea.
También se puede observar el efecto positivo de los aceites esenciales de coníferas. Una mezcla de sustancias volátiles de la composición permite calentar la estufa y realizar tratamientos de salud en la habitación. Valor calorífico: 1800-2640 kcal/dm³.
¿Cómo cosecharlo correctamente?
Por supuesto, para cosechar leña para una estufa o chimenea, no es necesario ir al bosque a talar árboles. Además, es ilegal. Actualmente, existen muchas empresas que venden madera preparada. La materia prima puede suministrarse en forma de troncos enteros, bloques o troncos partidos. La última opción es la más conveniente, ya que el cliente recibirá leña lista para usar, que puede apilarse fácilmente.
Es importante prestar atención al apilamiento en la carrocería del camión; si los troncos se apilan sin más, tendrá que pagar no solo por la leña, sino también por el espacio entre ellos. Es importante que estén bien apilados, sin espacios vacíos.
Se recomienda preparar la leña para la estufa durante la temporada de calor, lo que permitirá que se seque a niveles óptimos. Si pide leña en bruto en forma de troncos o leños, es recomendable aserrarlos y partirlos inmediatamente, ya que será extremadamente problemático hacerlo después del secado. Al comprar leña, es importante optar por combustible seco, ya que esto le permitirá usarla de inmediato, especialmente si la cosecha se realiza en otoño. Siempre es recomendable calcular la cantidad exacta de madera que se necesitará para todo el invierno. No tiene sentido hacer grandes reservas, ya que con el paso de los años, el árbol pierde sus cualidades originales o incluso puede enfriarse. Una casa particular, como una casa de verano, requiere un lugar especial para almacenar material. Para ello, necesitará un granero o una pila de leña. Es importante que esté ubicada cerca de la casa o la sala de calderas. En invierno, cuando todo está cubierto de nieve, esta ubicación facilitará la tarea de traer combustible. Recomendaciones de almacenamiento: Comprar leña de alta calidad es solo la mitad del camino; necesita saber cómo almacenarla adecuadamente sin que pierda sus cualidades originales. Organizar adecuadamente un lugar para almacenar leña no llevará mucho tiempo, ya que incluso las pilas de leña primitivas hechas a mano servirán. Además, existen técnicas para apilar leña en forma de pajar, lo que los convertirá en un elemento decorativo de cualquier espacio.
Consejos sobre la ubicación de la pila de leña:
- La estructura para almacenar leña no debe instalarse en una zona baja donde pueda acumularse humedad. Esto puede provocar que la leña se humedezca y se queme mal o incluso se pudra. Por lo tanto, no se debe esperar un aroma agradable ni un calor agradable.
- Es importante que la pila de leña esté protegida de las precipitaciones. Como mínimo, debe tener un techo, ya sea de pizarra o tela asfáltica, pero la lluvia no debe caer sobre el material de calefacción. También puede utilizar técnicas especiales de colocación que impidan la entrada de agua en las hileras. Para el almacenamiento a largo plazo, se recomienda apilar los troncos en hileras para garantizar una buena circulación del aire. Por lo tanto, no se deben colocar las hileras una encima de la otra. Reglas para apilar leña: Los troncos partidos no deben apilarse en una pila. Es aconsejable dejarlos esparcidos al sol durante varias semanas para que se sequen bien. Si la madera se cosechó en invierno, el aserrado y la división se realizan solo en primavera. Esto es necesario para que la madera conserve sus propiedades originales. La regla principal es que la leña solo debe almacenarse partida con un grosor de hasta 15 centímetros. No es necesario partir troncos con un diámetro inferior a 15 centímetros. Solo se deben llevar a un granero o apilar en una pila de leña al final del verano o principios del otoño. En este caso, la materia prima estará lo más seca posible. Si no se dispone de una pila de leña completa, se puede apilar el material en filas al aire libre. Lo principal es colocar troncos o tuberías debajo, lo que evitará el contacto directo con el suelo. También deberán protegerse de las precipitaciones. La primera fila de troncos debe estar a 2-4 centímetros del suelo. Esto evitará que la materia prima absorba humedad. Al crear varias filas, se recomienda mantener una ligera pendiente hacia la fila anterior. Esto minimizará la posibilidad de colapso. Se necesitan separaciones a los lados de las filas para evitar que el material se desmorone. No es necesario cerrar bien la pila de leña, ya que la madera necesita ventilación. Es importante que haya una capa protectora gruesa sobre las filas: pizarra, chapa metálica, etc. Estos sencillos consejos ayudarán a proteger la madera de la humedad y a garantizar condiciones óptimas de almacenamiento. ¿Qué buscar al comprar? El proceso de compra de leña es fundamental, ya que la transferencia de calor y la conservación dependerán de la calidad del combustible sólido adquirido. Para evitar problemas, preste atención a los siguientes puntos: Tipo de entrega Al realizar el pedido, es recomendable aclarar en qué forma se entregará el material: cuidadosamente apilado en la parte trasera de un camión o simplemente amontonado. Es importante comprender que la entrega a granel puede reducir hasta el 30% del volumen real. En la práctica, esto supondría extraer aproximadamente 0,7 metros cúbicos de madera de la parte trasera de un camión. En este caso, deberá pagar parcialmente el aire.
Es sabido que muchos proveedores no quieren perder tiempo apilando y calculan el volumen a ojo, engañando así a los clientes. Sería recomendable medir la leña entregada antes de descargarla. De esta manera, podrá protegerse y reducir costos. Debe entenderse que este es un tipo de fraude muy común. Por lo tanto, es necesario comprar leña únicamente a empresas de confianza y, preferiblemente, del stock existente.
Origen de la leña
Es recomendable aclarar en qué zona se talaron los árboles y si se venden troncos de un bosque quemado. El hecho es que los troncos quemados permanecerán en el hollín, que deberá transportarse constantemente a la casa. Por ello, al descargar, es necesario comprobar si hay zonas donde la corteza se esté quemando.
Humedad
Este es el criterio más importante. En la práctica, es importante que el cliente comprenda qué está comprando: leña recién cortada, plantas jóvenes o madera completamente seca. Solo la leña cortada tendrá una humedad de aproximadamente el 50%, lo que no permitirá usarla inmediatamente para calentar la estufa, ya que la materia prima es difícil de encender y es casi imposible alcanzar el valor calorífico deseado. La mejor solución es comprar leña seca con un nivel de humedad inferior al 25%. Incluso existen dispositivos especiales para medir este indicador. La combustión de 1 kg de madera con fibras crudas produce aproximadamente 1 kilovatio de energía, pero el mismo kilogramo de leña seca produce unos 4 kilovatios. Por lo tanto, la tasa de transferencia de calor difiere tres veces. Debe tener esto en cuenta al realizar el pedido.
Especies
Cabe destacar que la madera dura (acacia, roble, olmo, abedul) proporciona el doble de transferencia de calor que la madera blanda (álamo, pino, sauce). Esta última categoría puede usarse como leña, pero no como combustible principal.
La clave reside en la densidad de la madera. Por ejemplo, 1 metro cúbico de pino pesa 250 kg, mientras que 1 metro cúbico de roble pesa 500 kg. En consecuencia, las variedades blandas son más caras.
Tamaño
Cada persona puede encargar materias primas naturales para diferentes propósitos: una casa de baños, una estufa, una barbacoa, una caldera, una chimenea, etc. En cada opción, el tamaño de la cámara de combustión puede variar significativamente. Por ello, al realizar el pedido, es importante tener en cuenta la longitud y el diámetro de los troncos cortados que se requieren.
El estándar es una longitud de 35 cm y un grosor de hasta 12 cm.
Precio
Antes de realizar un pedido, es necesario realizar un breve análisis del mercado y preguntar el precio. Esto le permitirá determinar el precio promedio de una determinada categoría de leña. Sin embargo, si el precio de un proveedor es extremadamente bajo, no se trata de una oferta atractiva, sino de un posible fraude.
A menudo, los productos ilíquidos que no cumplen con la calidad requerida se venden a precios reducidos. En consecuencia, un ahorro excesivo puede resultar aún más costoso al comprar un nuevo lote de leña.
Clasificación de la leña por área de aplicación
Casi cualquier tipo de madera se puede utilizar para calentar una casa. Sin embargo, las materias primas naturales tienen diferentes áreas de aplicación, lo que dicta ciertas reglas. Analicemos con más detalle dónde y qué tipo de madera es mejor utilizar.
Para una casa de baños
La función principal del combustible para una casa de baños es calentar rápidamente la habitación a altas temperaturas. Las maderas duras son perfectas para este propósito. Al mismo tiempo, el aroma que desprende, con propiedades penetrantes y beneficiosas para la salud, es un factor crucial.
Mejores opciones:
- Aliso: proporciona alta temperatura y calor estable. Además, la leña no humea. Los aceites esenciales tienen un efecto terapéutico.
- Abedul: encender leña es sencillo. Al mismo tiempo, el uso de esta materia prima garantiza brasas de buena calidad y una combustión uniforme. Los troncos son fáciles de partir y secar.
- Sauce: a pesar de su baja emisión de calor, proporciona vapor ligero y una atmósfera confortable.
Aunque no se recomienda usar leña de roble, ya que los troncos arden durante mucho tiempo y también producen mucho monóxido de carbono.
Para un garaje
No hay recomendaciones especiales para calentar esta habitación. Incluso puedes usar virutas de madera y corteza.
Al elegir, lo principal es considerar el tamaño de la cámara de combustión. Para un calentamiento rápido, se recomienda usar combustible seco, que proporciona un buen calor.
Para la chimenea
No todos los tipos de madera son adecuados para disfrutar de un momento agradable junto a la chimenea. La mejor opción son los árboles de hoja caduca. Pero durante el proceso de calentamiento, es recomendable seguir estas recomendaciones:
- El tamaño de los leños debe ser ligeramente menor que la profundidad de la chimenea.
- Inicialmente, debe encender las astillas con papel.
- Es mejor colocar el material en forma de pirámide.
Para un uso seguro del dispositivo de calentamiento, es necesario realizar un mantenimiento regular de la chimenea y de la propia chimenea. Esto proporcionará protección contra el monóxido de carbono.
Para cocinar
Para cocinar en un tandoor o barbacoa, es importante elegir leños secos con un contenido mínimo de resina. Es deseable que emitan poco humo y tengan un aroma agradable. Cabe destacar que las coníferas pueden eliminarse por completo de esta lista. Por ejemplo, los equipos especiales para ahumados en frío y en caliente, conocidos como ahumaderos, utilizan árboles frutales como el peral o el manzano.
En consecuencia, podemos decir que todos los tipos de madera tienen sus propias características y principales aplicaciones como combustible. Para obtener leña de alta calidad, es necesario abordar responsablemente la selección, el almacenamiento y el uso de materias primas naturales.
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