Azulejos en zonas húmedas: esta técnica es adecuada si se desea crear un ambiente más diverso y dinámico, protegiendo las zonas de unión de los sanitarios (lavabo, bañera, inodoro) con las paredes. Un baño con azulejos en zonas húmedas cumple su función principal: proteger las superficies de la humedad y, además, aportarles textura. En este caso, la pintura ocupa la mayor parte de las paredes, unificando visualmente el interior. Las pinturas al agua, látex y acrílicas son aptas para el baño.
Solo se alicata la zona de la ducha
Esta opción es la más económica, ya que solo se alicata la zona sobre la bañera o la superficie que rodea la ducha. Si desea crear un toque especial, elija azulejos que contrasten con las paredes, y si sueña con un interior tranquilo y envolvente, compre materiales con un tono lo más parecido posible.
Intente no escatimar en pintura y compre una composición específica para el baño; esta información se indica en el envase.
La mitad de la pared y la ducha están alicatadas
Este enfoque combina los dos anteriores, pero se requieren más azulejos en un interior de este tipo. La decoración es más clásica y sofisticada. El esquema es el siguiente:
- La zona de ducha está completamente alicatada;
- El resto de las paredes se dividen por la mitad o en una proporción 60/40;
- La parte inferior está decorada con azulejos y protegida con una película;
- La parte superior está pintada.
La principal ventaja de esta solución es la protección completa de las paredes contra la humedad, además de su efecto decorativo.
Zona pintada bajo el techo
Algunos piensan que esta técnica les recuerda a la versión soviética de alicatado de baños, pero sigue siendo relevante. La idea se puede implementar tanto en estilos clásicos y sofisticados como en el art déco.
Queda genial con techos altos y permite ahorrar en azulejos. También es apropiado para techos bajos, cuando hay unos 40 cm de espacio libre arriba: el área pintada parece un marco y se complementa con molduras.
Azulejos como acentos
Este enfoque ayuda a ajustar las proporciones de la habitación, resaltando ciertas áreas, por ejemplo, un nicho, una pared alrededor del lavabo, etc. espejos, Parte de la zona de ducha.
El interior que se muestra en la foto utiliza azulejos de colores y pintura gris a juego: los acentos brillantes crean el ambiente del baño, realzan su decoración y matizan lo que no pretende llamar la atención.
La mitad del baño está pintada
Esta técnica tradicional consiste en dividir la pared en dos secciones. Con este enfoque, la decoración se ve estricta y lacónica, lo que permite experimentar con ella. Las proporciones se pueden variar pintando una parte más pequeña o más grande de las paredes.
Con una colocación uniforme, la junta puede dejarse sin tratar. Es posible una variante con un marco en forma de azulejos estrechos o mosaicos, así como un borde de cerámica con figuras, apropiado para un estilo clásico.
Solo una pared está pintada
La combinación es ideal para baños pequeños y también le permite ahorrar dinero. Por lo general, una pared pintada no entra en contacto con los accesorios de plomería, como máximo con un toallero calefaccionado.
El color de la pintura debe reflejar el tono del azulejo, sus elementos o incluso el color de la lechada: esto ayuda a unir el diseño en un todo único.
Dado que tanto los azulejos como la pintura no temen a la humedad, y la gama de materiales no tiene límites, la combinación se considera ideal para un baño. Gracias a esto, el diseño no sólo es original, sino también económico.
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