Ventajas y desventajas de un refrigerador empotrado: Un refrigerador empotrado en un mueble de cocina tiene muchas ventajas: Se integra perfectamente en el interior, independientemente del color. Ayuda a ahorrar tiempo y dinero al encontrar un mueble que se adapte al estilo y diseño. Reduce el consumo eléctrico gracias al aislamiento térmico de la caja. Reduce el nivel de ruido durante el funcionamiento. Es adecuado para cocinas pequeñas, ya que no resulta demasiado voluminoso. Lamentablemente, Integrar un refrigerador convencional en un armario no solucionará todos los problemas. Al fin y al cabo, este método también presenta varias desventajas:
- Ocupa más espacio que un modelo independiente, debido a la caja que lo rodea.
- Una ventilación deficiente puede provocar un consumo excesivo de energía.
- Vida útil relativamente corta del aparato debido a condiciones de funcionamiento agresivas.
¡Importante! Si va a integrar un refrigerador nuevo y sencillo en el mueble de cocina, tenga en cuenta que tendrá que perforar un agujero en su cuerpo durante la instalación, lo que anulará automáticamente la garantía del fabricante.
Por qué muchos expertos recomiendan construir un refrigerador clásico en lugar de uno especial:
- Los modelos estándar son más espaciosos.
- Los fabricantes ofrecen más opciones de llenado.
- Los precios de las unidades estándar son entre un 30 % y un 50 % más bajos.
Si, en su opinión, las ventajas superan a las desventajas, le sugerimos que descubra cómo ocultar un refrigerador en un armario.
Construir un refrigerador convencional en un mueble: Instrucciones paso a paso
Primero, piénsalo bien y compara un refrigerador empotrado con uno convencional. Este último definitivamente gana en precio, ya que es más económico. Y en tamaño: el empotrado tiene dimensiones más compactas. Pero al mismo tiempo, no tendrás que inventar nada, ya que los electrodomésticos empotrados están diseñados específicamente para ser ocultos.
Hay dos maneras de empotrar el mueble: encargar el trabajo a profesionales, por ejemplo, junto con la cocina: ellos tomarán las medidas, fabricarán los muebles y los instalarán ellos mismos. O puedes hacerlo tú mismo.
Para integrar tú mismo un refrigerador convencional en un mueble de cocina, evalúa el modelo que ya tienes: toma medidas generales, marca por separado la altura de las puertas inferior y superior. Pasa las cifras a un papel.
El siguiente paso es diseñar el marco. Varios requisitos para el diseño en el que se puede empotrar el aparato:
- La puerta debe abrirse en un ángulo más amplio para facilitar su uso;
- Se debe retirar la pared trasera, dejando espacio para la ventilación;
- Debe haber suficiente distancia entre el suelo y la parte inferior del refrigerador, teniendo en cuenta la abertura libre;
- El ancho interior del marco es de 7 a 10 cm mayor que el del refrigerador; esto es necesario para la circulación del aire y una refrigeración de alta calidad sin sobrecalentamiento;
- El ancho exterior de la estructura depende del espacio libre en el nicho, pero no puede ser inferior al ancho de un refrigerador convencional + 10 cm;
- La profundidad no debe ser, preferiblemente, mayor que la de la encimera.
En el Al diseñar un módulo adecuado, debe imaginar claramente dónde se colocará exactamente: esto determina hacia dónde se abre la puerta y cuánto espacio libre tiene.
Una vez terminado el dibujo técnico en papel y conociendo las dimensiones exactas de cada pieza, comience a cortar. Si va a fabricar un armario con aglomerado laminado, asegúrese de que la película adhesiva no se raye durante el corte. ¿Duda de su técnica o experiencia? Solicite un corte según sus dimensiones en cualquier taller de muebles.
¡Importante! Después de serrar, no olvide los bordes: todos los extremos deben protegerse de la humedad. No olvide encargar también las fachadas; es mejor que se fabriquen en la misma fábrica que las demás; de lo contrario, corre el riesgo de que no coincidan con el color del juego de cocina. Procedamos directamente al montaje e instalación del refrigerador en el mueble de cocina. Para el trabajo necesitará:
- destornillador o taladro con taladro para confirmar;
- confirmar los muebles;
- regla y lápiz;
- escuadra;
- cinta métrica;
- nivel;
- broca especial adecuada para atornillar;
- herrajes (bisagras, esquinas, cierres);
- guías de bolas — 2 uds.
Comencemos colocando un refrigerador convencional en la cocina:
- Primero, hay que ensamblar el cuerpo del mueble. Atornillamos las paredes laterales a la base, los estantes y la tapa con minifijos. Instalamos espaciadores (de 10 a 15 cm de ancho) en las partes superior e inferior de la pared trasera. Atornille las bisagras (2 en las puertas superior e inferior). Instale el refrigerador en la caja. Colóquelo exactamente en el centro para que haya suficiente espacio para el aire en la pared trasera y los postes laterales. Atorníllelo con espaciadores a ambos lados (2 en el centro son suficientes) entre las partes superior e inferior. Cuelgue las tapas en las bisagras, alinéelas y atornille las manijas. Atornille las guías a los paneles de la tapa en la parte superior (3-7 cm por debajo del extremo superior de las puertas del refrigerador). Queda por atornillar las esquinas metálicas a la puerta del refrigerador y la guía, fijando así la tapa a la puerta. ¡Importante! Asegúrese de comprobar la estabilidad del gabinete; durante el funcionamiento, el refrigerador vibra ligeramente, lo que puede provocar el colapso de una estructura inestable. Para evitar que el marco se dañe, se fija a la pared mediante esquinas.
Para comprender el proceso de instalación con más detalle y seguir los consejos de expertos, vea el video:
¿Cómo ocultar un refrigerador con elementos decorativos y acabados?
Un refrigerador no empotrado en un mueble de cocina no es la única opción de ubicación. No es necesario ocultar el aparato en el mueble ni cubrirlo con fachadas, ¡se puede camuflar!
El primer método también implica el uso de muebles, pero la instalación no estará completa: cree un nicho sin puertas e instale el refrigerador dentro. Esta opción es más sencilla y económica que una totalmente integrada, pero queda mejor que una independiente.
Idea n.º 2: píntalo de un color adecuado. Elige una pintura que combine con las paredes y los muebles o, por el contrario, céntrate en el refrigerador: por ejemplo, usa pintura de pizarra o una imitación similar.
Si no quieres hacer manualidades ni pintar, compra una lámina autoadhesiva: lo más probable es que no encuentres la más adecuada, ¡así que elige el toque final! Elige un color brillante que convierta un mueble familiar en una pieza de arte en la cocina.
¡Consejo! No es necesario cubrir todo el refrigerador y el congelador; basta con usar pegatinas individuales para que el aparato tenga un aspecto más relajado y armonioso. Elige según tu estilo y gusto: animales, plantas, formas geométricas.
¿Tienes un nicho en tu cocina? ¡Aprovéchalo! Elige un modelo del ancho adecuado y «escóndelo» dentro. Esta es una solución arquitectónica ideal que se puede crear moviendo una puerta o renovando el espacio.
La última opción se basa en el dicho «Si quieres ocultar algo, ponlo a la vista». El refrigerador puede ubicarse separado del mueble de cocina, por ejemplo, en el comedor. O elige el color más brillante e inusual: para que destaque y atraiga todas las miradas.
La decisión de empotrar el refrigerador o no es tuya. Te ofrecemos varias opciones interesantes que harán que el interior de tu cocina sea más elegante y moderno.
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